[Oaxaca, México] San Juan Copala: ¿Qué se necesita en la zona triqui?
Durante décadas, el pueblo triqui ha intentado mantener su autonomía, la cual ha sido saboteada por personajes que han tratado de apropiarse de sus tierras.
Veronica Villalvazo | Frida Guerrera | 6-11-2010
Durante décadas, el pueblo triqui ha intentado mantener su autonomía, la cual ha sido saboteada por personajes que han tratado de apropiarse de sus tierras. Esa situación ha originado baños de sangre de gente inocente –recordando un poco lo que sucedió en Acteal, Chiapas, en 1997, y que por los hechos sangrientos es llamada tierra de mártires–, por lo que además de ser la Gaza mexicana, como algunos le han llamado, también puede ser nombrada tierra sagrada.Las muertes que durante décadas se han dado justifican tanto a las autoridades como a la sociedad de que los triquis se matan siempre, apostándole a que en algún momento cese la lucha intestina y entren en un receso de asesinatos como siempre ha sucedido, es por ello que el actual conflicto, que se recrudeció desde noviembre de 2009, pareciera no merecer ni ser escrito, ni ser solucionado por autoridad alguna.
Las muertes de líderes morales en la lucha triqui en esta última batalla, acrecientan el problema; la etnia triqui respeta y cree en quienes los dirigen: el 20 de mayo de 2010 asesinaron a Timoteo Alejandro Ramírez, principal líder triqui e impulsor de la autonomía en San Juan Copala desde enero de 2007, lo cual, dolorosamente para los “autónomos”, fue ignorado por prácticamente todos aquellos que se pronunciaron en contra del también lamentable asesinato de Heriberto Pazos Ortiz, dirigente de MULT, el pasado 23 de octubre.
Las dos muertes son atroces, las dos muertes debieron ser lamentadas por los gobernadores de Oaxaca, el actual y el electo; debieron ser reprobadas por organismos sociales. Pero la muerte de Timoteo fue ignorada, sólo fue una muerte más en la zona, “donde se matan todos los días”; ¿qué los hace diferentes?, si los dos eran líderes morales de la lucha triqui, dicho por Pazos Ortiz en una charla, “Timo”, como él le decía era su camarada, y en aquel momento no hubo reproches, no hubo coronas de políticos en su funeral, solo un silencio cómplice.
Todo esto nubla lo ya complicado del tema, qué se necesita en esa zona, donde el tráfico de armas es alto, donde la muerte tiene permiso, donde hoy nuevamente desplazados como en 2005 que salieron también habitantes de San Juan Copala en esa ocasión pertenecientes al MULT, hoy hay nuevamente 300 desplazados ahora de los “autónomos”.
Lo importante ahora, obviamente condenando los más de 20 muertos que en esta última etapa de violencia paramilitar existen y además de esclarecer las muertes de estos dos dirigentes vitales para la lucha triqui, es tratar de hacer algo diferente a lo no hecho.
El gobernante entrante podrá y ante todo deberá impulsar con una alta dosis de sensibilidad, de empatía con el tema, el proceso de pacificación a partir de la creación de las condiciones para que cese el fratricidio triqui.
Uno de los principales puntos será solucionar el problema de la tierra (que subyace en el fondo del conflicto), lo cual por la cantidad de conflictos que hay en este tema en el estado, minimiza las muertes y que erróneamente el actual gobierno y los pasados han encasillado ahí, sin darle solución al problema territorial.
El tema básico en esta zona será solucionar el problema de miseria y marginación en la que viven a partir de proporcionar medios suficientes de vida, lo que puede detener gran parte del deterioro con el que la zona triqui sobrevive, establecer sistemas dignos de salud, educación y proyectos de desarrollo que ofrezcan un modus vivendi diferente al que conocen.
Impulsar un proceso de diálogo para reorganizar la vida regional, discutir el problema de los desplazados y establecer puntos de influencia de cada sector confrontado para ser respetados, acordando con ello un cese a la hostilidad, y con esto detener las muertes que subsisten teniendo como base gubernamental el respeto a la autonomía de cada uno de los grupos; acordando con ellos tolerancia y respeto a las diferentes formas de organizarse
Y el tema no menos importante será el de iniciar averiguaciones serias sin caer en la cacería de brujas, ejercer las diferentes ordenes de aprensión visualizando ante todo que no se trate de hechos infundados; en este tema el próximo procurador o procuradora deberá tener bien claro el panorama de lo que ha pasado en la zona triqui, ante todo quitando esa forma absurda de ver a los triquis como salvajes, más bien viéndolos como lo que son humanos, que merecen vivir de manera diferente.
El tema es fuerte y muy delicado, ya que ante todo se debe respetar la cosmovisión de los indígenas, mostrando con esto que la base es terminar con esa forma despectiva de verlos, entender y reconocer que en el zócalo de Oaxaca hay un grupo de desplazados, sobre todo mujeres, niños y ancianos que necesitan ser reconocidos como tales; que hay más de 400 muertes desde hace décadas que en su mayoría no han sido esclarecidas.
Ya es momento de generar cambios, de darle paz y progreso a los triquis.
Las muertes de líderes morales en la lucha triqui en esta última batalla, acrecientan el problema; la etnia triqui respeta y cree en quienes los dirigen: el 20 de mayo de 2010 asesinaron a Timoteo Alejandro Ramírez, principal líder triqui e impulsor de la autonomía en San Juan Copala desde enero de 2007, lo cual, dolorosamente para los “autónomos”, fue ignorado por prácticamente todos aquellos que se pronunciaron en contra del también lamentable asesinato de Heriberto Pazos Ortiz, dirigente de MULT, el pasado 23 de octubre.
Las dos muertes son atroces, las dos muertes debieron ser lamentadas por los gobernadores de Oaxaca, el actual y el electo; debieron ser reprobadas por organismos sociales. Pero la muerte de Timoteo fue ignorada, sólo fue una muerte más en la zona, “donde se matan todos los días”; ¿qué los hace diferentes?, si los dos eran líderes morales de la lucha triqui, dicho por Pazos Ortiz en una charla, “Timo”, como él le decía era su camarada, y en aquel momento no hubo reproches, no hubo coronas de políticos en su funeral, solo un silencio cómplice.
Todo esto nubla lo ya complicado del tema, qué se necesita en esa zona, donde el tráfico de armas es alto, donde la muerte tiene permiso, donde hoy nuevamente desplazados como en 2005 que salieron también habitantes de San Juan Copala en esa ocasión pertenecientes al MULT, hoy hay nuevamente 300 desplazados ahora de los “autónomos”.
Lo importante ahora, obviamente condenando los más de 20 muertos que en esta última etapa de violencia paramilitar existen y además de esclarecer las muertes de estos dos dirigentes vitales para la lucha triqui, es tratar de hacer algo diferente a lo no hecho.
El gobernante entrante podrá y ante todo deberá impulsar con una alta dosis de sensibilidad, de empatía con el tema, el proceso de pacificación a partir de la creación de las condiciones para que cese el fratricidio triqui.
Uno de los principales puntos será solucionar el problema de la tierra (que subyace en el fondo del conflicto), lo cual por la cantidad de conflictos que hay en este tema en el estado, minimiza las muertes y que erróneamente el actual gobierno y los pasados han encasillado ahí, sin darle solución al problema territorial.
El tema básico en esta zona será solucionar el problema de miseria y marginación en la que viven a partir de proporcionar medios suficientes de vida, lo que puede detener gran parte del deterioro con el que la zona triqui sobrevive, establecer sistemas dignos de salud, educación y proyectos de desarrollo que ofrezcan un modus vivendi diferente al que conocen.
Impulsar un proceso de diálogo para reorganizar la vida regional, discutir el problema de los desplazados y establecer puntos de influencia de cada sector confrontado para ser respetados, acordando con ello un cese a la hostilidad, y con esto detener las muertes que subsisten teniendo como base gubernamental el respeto a la autonomía de cada uno de los grupos; acordando con ellos tolerancia y respeto a las diferentes formas de organizarse
Y el tema no menos importante será el de iniciar averiguaciones serias sin caer en la cacería de brujas, ejercer las diferentes ordenes de aprensión visualizando ante todo que no se trate de hechos infundados; en este tema el próximo procurador o procuradora deberá tener bien claro el panorama de lo que ha pasado en la zona triqui, ante todo quitando esa forma absurda de ver a los triquis como salvajes, más bien viéndolos como lo que son humanos, que merecen vivir de manera diferente.
El tema es fuerte y muy delicado, ya que ante todo se debe respetar la cosmovisión de los indígenas, mostrando con esto que la base es terminar con esa forma despectiva de verlos, entender y reconocer que en el zócalo de Oaxaca hay un grupo de desplazados, sobre todo mujeres, niños y ancianos que necesitan ser reconocidos como tales; que hay más de 400 muertes desde hace décadas que en su mayoría no han sido esclarecidas.
Ya es momento de generar cambios, de darle paz y progreso a los triquis.