Chile: Van 89 días en huelga de hambre y el Estado se niega a responder a demandas
Al cumplirse 89 días de la huelga de hambre que sostienen los presos políticos mapuche, el Estado chileno no da señales concretas de responder a las demandas planteadas al inicio de la movilización.
Al cumplirse 89 días de la huelga de hambre que sostienen los presos políticos mapuche, el Estado chileno no ha dado señales concretas de responder a las demandas planteadas al inicio de la movilización, escudándose sólo en sus estratégicas propuestas que sirvieron para legitimar e impulsar las mejoras a la Ley Antiterrorista.
Ayer, los voceros de los prisioneros políticos mapuche en huelga de Angol, Temuco y Chol Chol, se reunieron ayer con el presidente de la Corte Suprema, Milton Juica, para dar a conocer la situación que se vive en el contexto de la lucha territorial que llevan adelante las comunidades mapuche y que ha resultado en que una serie de hermanos mapuche se encuentren hoy encarcelados, acusados de distintos delitos, algunos de carácter terrorista.
Ayer, los voceros de los prisioneros políticos mapuche en huelga de Angol, Temuco y Chol Chol, se reunieron ayer con el presidente de la Corte Suprema, Milton Juica, para dar a conocer la situación que se vive en el contexto de la lucha territorial que llevan adelante las comunidades mapuche y que ha resultado en que una serie de hermanos mapuche se encuentren hoy encarcelados, acusados de distintos delitos, algunos de carácter terrorista.
Asimismo se denunciaron las torturas sufridas al momento de las detenciones por parte de Carabineros, incluso en presencia de fiscales del Ministerio Público y cómo esta institución decide no investigar en los casos en que se amenaza a mapuche por parte de grupos de ultraderecha, como el Comando Trizano.
Hoy, el ministro del interior Rodrigo Hinzpeter se encuentra en Concepción para reunirse con el cura Ezzati, donde seguramente buscarán diseñar una nueva estrategia para bajar de la huelga a quienes no aceptaron sus acuerdos particulares, superficiales y carentes de garantías.
La salud de los hermanos se agrava, sufren de constantes y extensos desmayos, dolores por todo el cuerpo y sangramientos, por lo que se hace necesario convocar a nuevas movilizaciones para evitar que tengan que pagar con su vida por la falta de voluntad del gobierno a encontrar soluciones reales y sin engaños a sus demandas.
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