La familia Rothschild se hizo 20 veces más rica con la Batalla de Waterloo en 1815. Aquella fue una gesta bursátil apoteósica, basada en la información y la manipulación del mercado. Y puso en evidencia que el Gran Kapital nunca pierde... siempre apuesta a ganador.
En Egipto hace 10 días que el pueblo se moviliza y resiste en las calles de sus grandes ciudades. La Plaza Tahrir (plaza de la liberación) es el epicentro de la más extraordinaria movilización en Egipto desde hace 30 años. Un auténtico hito histórico que clama a gritos un cambio político e institucional radical, no solo del presidente Mubarak. Exige democracia, libertad y justicia social. Un fenómeno social que es hoy mirado y admirado por todos los pueblos de mundo, y en particular por el mundo árabe.
La capacidad de resistencia del pueblo en las calles frente a la turba violenta de seguidores del actual régimen dictatorial es, junto a su constancia, un modelo de exportación para todos los pueblos del mundo que sufren de la explotación, el latrocinio y el ultraje político, económico y social por parte de la clase política y la dirigencia nacional e internacional. Esta constancia y resistencia del pueblo egipcio que hoy se consagra con la "manifestación del millón" no solo está poniendo en jaque a todo el gobierno, sino que está generando profunda preocupación en toda la comunidad internacional, sus intereses geoestratégicos y al Gran Kapital. Estados Unidos y Europa, fieles a la estrategia del péndulo, ya consideran a Mubarak un cadáver político. Y en efecto, parece que se está perdiendo mucho dinero...
Credit Agricole ha dicho recientemente que la crisis le está costando a Egipto al menos 310 millones de dólares al día. Los bancos y la bolsa de valores han cerrado esta semana y la mayoría de fábricas también han sido cerradas. Decenas de miles de turistas han huido del país debido a la violencia. Este descontento ha llevado a su vez al alza de precios de alimentos en algunas zonas de El Cairo, presionando aún más a los egipcios que se habían quejado por el aumento de los costos. En un informe publicado hoy, el banco de inversión informa de que estaba revisando a la baja su previsión de crecimiento económico de Egipto hasta el 3,7 por ciento.
Aquí se manifiesta en toda su expresión la lucidez e implacabilidad del Gran Kapital. En 10 días de movilizaciones podemos decir que el sector turístico en Egipto (uno de los pilares de su economía) ha perdido más de 3.000 millones de dólares. Esto supera todas las previsiones hasta hoy que cifraban en sus estimaciones máximas un poco más de 1.000 millones de dólares. Es el triple.
Nos preguntamos cuánto durará este régimen con este panorama económico y social. Creemos que, como en Waterloo, el Gran Kapital saldrá victorioso una vez más. Pero también debemos decirle que el siglo XXI carga en sus espaldas al siglo XX.
Un pueblo que es capaz de morir y quemarse a lo bonzo por una idea, por una causa, por un reclamo, por una necesidad de supervivencia básica y elemental...es un pueblo que tiene el poder en sus manos. Y si ese pueblo es capaz de reconocerse en ese poder...entonces no solo la Historia no habrá muerto como afirmó Fukuyama, sino que se está escribiendo día a día a sangre y fuego.
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