La tragedia ocurrida hace cinco años puso sobre la mesa de discusión las condiciones de riesgo en que se trabaja dentro de la industria minera
Lorena Aguilar Aguilar | Para Kaos en la Red
Hace cinco años nos conmocionó la terrible noticia de un accidente en la mina 8 de la unidad Pasta de Conchos en Coahuila, 65 mineros se encontraban en ese momento trabajando en condiciones deplorables para poder llevar el sustento a sus familias.
Las razones del accidente nunca fueron aclaradas de manera oficial, aunque queda más que claro que el principal motivo fue la situación de trabajo tan precaria a la que se somete a los mineros en México.
La tragedia ocurrida hace cinco años puso sobre la mesa de discusión las condiciones de riesgo en que se trabaja dentro de la industria minera, la serie violaciones a normas de seguridad es larguísima, sin embargo, las empresas siempre cuentan con el respaldo de las autoridades en los diferentes niveles del gobierno, tal como ocurrió en el caso de Pasta de Conchos.
Desde los primeros días posteriores a la tragedia comenzó a ser evidente la falta de interés de las autoridades tanto estatales como federales- encabezadas en ese momento por Humberto Moreira y Vicente Fox, respectivamente- para rescatar a quienes pudiesen haber sobrevivido al accidente y los cuerpos de quienes no lo lograron, pero sobre todo no hubo voluntad para investigar y sancionar, como era debido, a los responsables de la tragedia, ya que como siempre, a las élites en el poder solamente les importan los intereses de la clase empresarial en detrimento de la vida de los trabajadores.
El Obispo de Saltillo, Raúl Verá, ha señalado en diversas ocasiones que detrás de la negativa de las autoridades por investigar y rescatar los cuerpos de los mineros que quedaron sepultados a 150 metros, está la protección al Grupo Industrial Minera México, propiedad de Germán Larrea. De acuerdo con las palabras de Vera, las autoridades mexicanas prefieron convertirse en complices de Germán Larrea en lugar de hacer justicia para los mineros y sus familias, con esto quedo demostrado una vez más para quienes gobiernan.
Previo a que se cumplan cinco años de la tragedia, la organización Familia Pasta de Conchos entregó un documento a Felipe Calderón Hinojosa donde lo exhortan a cumplir su promesa de hacer justicia y exigen el rescate de los cuerpos. Sin embargo, Calderón Hinojosa una vez más se niega a escuchar los clamores de las familias. ¿Por qué la negativa de hacer justicia? ¿Por qué negarle el único consuelo que le queda a las familias? ¿Qué es lo que se oculta?
Han transcurrido cinco años de la tragedia en Pasta de Conchos, a las autoridades sigue sin importarles las familias de los mineros que quedaron sepultados. Siguen repitiendo el mismo discurso: “que no hay condiciones” “que sería muy arriesgado”, etc., para no entregar los 63 cuerpos que permanecen dentro de la mina, a pesar de que investigaciones independientes han señalado que sí es posible rescatar los restos de los mineros para entregárselos a sus familias. En vida les negaron derechos laborales, ahora muertos les niegan el derecho de ser llorados en una tumba. Sin embargo, la Familia Pasta de Conchos continúa en su lucha por la justicia.
A cinco años de la tragedia, es necesario para el país que las familias de los mineros reciban esa justicia que merecen, la cual implica que la empresa responsable reciba el castigo acorde a su falta y se inicie la recuperación de los cuerpos.
La mina no es tumba, rescate ya.
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