x Claudio Testa
El imperialismo yanqui y los europeos presionan para garantizar la continuidad del régimen, aunque sea sin Mubarak
Al cerrar nuestra edición, este domingo 6 de febrero, la situación en Egipto sigue sin definirse.
Ni la represión directa, ni los ataques de policías de civil y lúmpenes reclutados por ellos, han logrado doblegar la colosal rebelión de la juventud, los trabajadores y el pueblo egipcio.
A un costo de cientos de muertos y miles de heridos, el pueblo rebelde sigue ocupando la plaza Tahir, en el centro de El Cairo, y también domina las calles en las otras principales ciudades como Alejandría y Suez, centro obrero del país donde la represión fue particularmente sanguinaria.
La rebelión –según las principales fuentes occidentales– también ha provocado o ampliado fisuras en el seno de las fuerzas armadas, pilar de la dictadura.[1] Esto explicaría su papel –hasta ahora– relativamente pasivo, así como la confraternización de algunos militares con los manifestantes de la plaza Tahir.
Sin embargo, a pesar de esta situación aparentemente insostenible, Mubarak sigue en el sillón. No ha sido aún derrocado.
La clave de esto, es el infame apoyo de los gobiernos “democráticos” de EEUU y la Unión Europea, encabezados por Barack Obama y secundado por todos los políticos burgueses europeos, sean “socialistas” como Zapatero o de “derecha” como Sarkozy y Merkel. Como sintetizó bien un diario español, “le dan respiración artificial al régimen de Hosni Mubarak”.[2]
Obama y sus socios imperialistas, según revela el New York Times, exigen una “transición gradual”[3], cuyo primer punto es que Mubarak por ahora siga en su puesto! Y si se fuese próximamente, que sea reemplazado por el “vicepresidente”... que acaba de ser nombrado “a dedo” por el mismo Mubarak!
Se trata del general Omar Suleiman, hasta ayer su “jefe de inteligencia”. Es decir, en una fecha indeterminada, se iría el dictador... para ser reemplazado por el comandante de sus espías y torturadores.
Sobre estas bases, se está negociando con algunos capitostes de la “oposición” la realización de “elecciones”, posiblemente en septiembre, para establecer un gobierno definitivo. El pequeño detalle es que en Egipto, bajo estos regímenes, las elecciones han sido siempre una farsa.
En síntesis: Obama y su pandilla europea (e Israel que desde el primer momento sostuvo con todo a Mubarak) pelean abiertamente para que siga en pie el régimen dictatorial aunque con algún lifting de menor cuantía... cooptación de algunos opositores, elecciones amañadas, que el sucesor de Mubarak no sea su hijo, etc., etc.
EEUU y los europeos se juegan a esta peligrosa opción por importantes motivos.
La caída de Mubarak ahora –su derrocamiento por la vía de una rebelión y no una “jubilación” pactada– sería vivida como un triunfo inmenso por las masas egipcias y de todo el mundo árabe, hartas de miseria, y de reyes y dictadores títeres de EEUU, la UE e Israel, y que han comenzado a rebelarse también en Yemen, Argelia y otros países. ¡Para millones, sería el gran ejemplo de lo que podrían hacer ya!
Por supuesto, si hoy cayese Mubarak, no sería inmediatamente reemplazado por un gobierno de los trabajadores, la juventud y los sectores populares. Pero este enorme triunfo alentaría a las masas a ir más allá: las alentaría a luchar por sus demandas de pan, trabajo y libertades, que ni los capitalistas egipcios ni sus amos de EEUU, la UE e Israel pueden satisfacer.
Es por todos esos motivos que los gobiernos occidentales e Israel no quieren permitir que el fin del gobierno de Mubarak signifique simultáneamente el final del régimen dictatorial, ni menos que esto se logre por vía revolucionaria.
Pero este enroque que Obama y sus acólitos hacen alrededor de Mubarak y su régimen, es una jugada extremadamente riesgosa. Podría ser un boomerang que se vuelva contra ellos.
En primer lugar, si la movilización de masas no cede, podría ser necesaria la intervención de las fuerzas armadas en la represión. Esto podría tener “éxito” inmediato... o podría hacer estallar las fracturas que ya se manifiestan en ellas.
En segundo lugar, podría activar la radicalización de los trabajadores egipcios contra EEUU y los países “democráticos”, responsables de alentar estas atrocidades para apoyar a un dictador.
Hasta ahora, las movilizaciones juveniles y populares no han tenido un sesgo marcadamente antiimperialista. Los testimonios recogidos en la prensa y las “redes sociales” reflejan además una cierta (y comprensible) ilusión en la charlatanería democrática de Obama & Cía.
Ahora, el descarado apoyo al régimen dictatorial de todos los “democráticos” gobiernos occidentales, está pegando en la conciencia de millones. La rabia contra el dictador se va a dirigir hacia quienes lo respalden.
Notas:
1.– Elisabeth Bumiller, “Egypt Stability Hinges on a Divided Military”, New York Times, February 5, 2011.
2.– Oscar Abou–Kassem, “EEUU da respiración asistida al régimen de Hosni Mubarak – El enviado de Obama para mediar en la crisis dice que el dictador debe seguir en el cargo para hacer posible la transición”, Público.es, Madrid, 06/02/11.
3.– Kareem Fahim, Mark Landler and Anthony Shadid, “West Backs Gradual Egyptian Transition”, New York Times, February 5, 2011.
Socialismo o Barbarie / La Haine
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