Manifestantes en El Cairo piden juicio a Mubarak
Los manifestantes se reunieron en la emblemática plaza Tahrir, sitio clave para la protesta que llevó a la renuncia de Mubarak el 11 de febrero, en un acto llamado "Jornada de proceso y purificación".
Afp
El Cairo. Dos meses después de la caída del presidente Hosni Mubarak, decenas de miles de egipcios realizaron una manifestación el viernes en El Cairo para pedir su juicio y criticar también a la alta jerarquía militar que dirige el país.
Los manifestantes se reunieron en la emblemática plaza Tahrir, sitio clave para la protesta que llevó a la renuncia de Mubarak el 11 de febrero, en un acto llamado "Jornada de proceso y purificación".
Según la agencia oficial Mena, la muchedumbre era de unas 100 mil personas hacia la tarde, cifra más importante que en otras manifestaciones del mismo tipo en las últimas semanas.
El poderoso movimiento de los Hermanos Musulmanes convocó a unirse a la manifestación, además de los organizadores habituales surgidos de grupos de jóvenes militantes pro demócratas.
Sin tomar en cuenta las consignas de sus superiores de que no se manifestaran en uniforme, siete tenientes tomaron la palabra en una tribuna para reclamar "el juicio de los corruptos" y garantizar a los manifestantes que "nuestras peticiones son la suyas".
Fueron aplaudidos por miles de manifestantes al grito de "Tantaui, eres parte de la banda" y "dictador, dictador, llegó la hora de Tantaui", en referencia al mariscal Husein Tantaui, jefe del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA) a quien Mubarak entregó el poder al retirarse.
El mariscal Tantaui, de 75 años de edad, veterano de las guerras con Israel, fue durante 20 años ministro de Defensa de Mubarak y conserva la cartera en el gobierno de transición actual, además de la dirección del CSFA.
El ejército sigue siendo muy popular en Egipto por la prudencia mostrada ante la muchedumbre opositora durante los acontecimientos que llevaron a la caída de Mubarak.
Pero su imagen fue afectada en las últimas semanas por acusaciones de violencia y tortura, y la incertidumbre persistente sobre las modalidades de retorno a un poder civil.
El ejército disolvió el parlamento, gobierna por decretos y redujo el gobierno al manejo de los asuntos corrientes.
Mubarak fue asignado en residencia en la estación balnearia egipcia de Sharm el Sheij, en el mar Rojo.
El ex presidente, su esposa Suzanne y sus dos hijos, Alaa y Gamal, tienen sus haberes congelados y su fortuna es investigada, aunque todavía no han sido enviados ante la justicia.
Numerosos responsables políticos y empresarios del clan Mubarak enfrentan desde la caída del ex presidente diversas acciones, desde la presentación ante la justicia hasta la prohibición de salir del territorio.
Los manifestantes reclaman medidas cada vez más duras contra muchos que por ahora no han sido molestados, o sólo son objeto de simples investigaciones.
Un día antes de esta manifestación, varios videos aparecieron en el sitio internet Youtube, donde personas que se presentan como oficiales acusan al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, al que Mubarak entregó el poder, de traicionar los ideales de la revuelta popular.
(periodico la jornada)
Los manifestantes se reunieron en la emblemática plaza Tahrir, sitio clave para la protesta que llevó a la renuncia de Mubarak el 11 de febrero, en un acto llamado "Jornada de proceso y purificación".
Según la agencia oficial Mena, la muchedumbre era de unas 100 mil personas hacia la tarde, cifra más importante que en otras manifestaciones del mismo tipo en las últimas semanas.
El poderoso movimiento de los Hermanos Musulmanes convocó a unirse a la manifestación, además de los organizadores habituales surgidos de grupos de jóvenes militantes pro demócratas.
Sin tomar en cuenta las consignas de sus superiores de que no se manifestaran en uniforme, siete tenientes tomaron la palabra en una tribuna para reclamar "el juicio de los corruptos" y garantizar a los manifestantes que "nuestras peticiones son la suyas".
Fueron aplaudidos por miles de manifestantes al grito de "Tantaui, eres parte de la banda" y "dictador, dictador, llegó la hora de Tantaui", en referencia al mariscal Husein Tantaui, jefe del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA) a quien Mubarak entregó el poder al retirarse.
El mariscal Tantaui, de 75 años de edad, veterano de las guerras con Israel, fue durante 20 años ministro de Defensa de Mubarak y conserva la cartera en el gobierno de transición actual, además de la dirección del CSFA.
El ejército sigue siendo muy popular en Egipto por la prudencia mostrada ante la muchedumbre opositora durante los acontecimientos que llevaron a la caída de Mubarak.
Pero su imagen fue afectada en las últimas semanas por acusaciones de violencia y tortura, y la incertidumbre persistente sobre las modalidades de retorno a un poder civil.
El ejército disolvió el parlamento, gobierna por decretos y redujo el gobierno al manejo de los asuntos corrientes.
Mubarak fue asignado en residencia en la estación balnearia egipcia de Sharm el Sheij, en el mar Rojo.
El ex presidente, su esposa Suzanne y sus dos hijos, Alaa y Gamal, tienen sus haberes congelados y su fortuna es investigada, aunque todavía no han sido enviados ante la justicia.
Numerosos responsables políticos y empresarios del clan Mubarak enfrentan desde la caída del ex presidente diversas acciones, desde la presentación ante la justicia hasta la prohibición de salir del territorio.
Los manifestantes reclaman medidas cada vez más duras contra muchos que por ahora no han sido molestados, o sólo son objeto de simples investigaciones.
Un día antes de esta manifestación, varios videos aparecieron en el sitio internet Youtube, donde personas que se presentan como oficiales acusan al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, al que Mubarak entregó el poder, de traicionar los ideales de la revuelta popular.
(periodico la jornada)
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